jueves, 23 de junio de 2011

Prejuicios




Estoy un poco harta de escuchar malas palabras hacia los andaluces. En cualquier sitio, hasta en una fiesta en mi casa, he oído quejas hacia nuestra forma de ser, de actuar o hacia la forma que tenemos de entablar conversaciones. Somos muy abiertos y luego damos puñaladas, sin embargo los del norte son más cerrados, más difíciles de conocer pero son amigos para toda la vida... Permítanme ponerlo en duda. Sobre todo por mi propia experiencia, me he llevado más desengaños de gente del norte que de gente del sur en mis cuatro años de universidad. Pero eso no me importa, yo no les juzgo, bueno seamos francos, a los sevillanos un poco por la rivalidad existente con mi Málaga, pero no les tacho con un “NO” a la hora de conocerlos.
Odio oír que somos vagos, que hablamos fatal, que no somos gente de fiar... ¿¡Pero en que mundo vivimos!?
-Venga, son 2 personas de 10 así, pero como son todos del mismo lugar, vamos a meterlos a todos en el mismo saco.
Nadie discrimina a la gente por usar el laísmo, el gallego o el catalán, pero a los andaluces por comernos las letras sí. No consiguen entender que es con lo que nos hemos criado, es lo que llevamos escuchando toda la vida, pero tenemos que cambiarlo porque el resto del país no es capaz de aceptarnos tal y como somos, de respetarnos y no es capaz de conocernos sin tacharnos de antemano.
Duele, duele mucho que hablen así del sitio en el que naciste, de esa gente que siempre ha estado por y para ti y que a pesar del tiempo y la distancia, siempre han estado en cuanto se les han necesitado, que se alegran si tu eres feliz o lloran contigo cuando estás triste.
Somos personas normales y corrientes, quizás más extrovertidos y fiesteros, no lo cuestiono, pero tenemos sentimientos y valores morales a los que somos fieles, si 2 se los saltan y sobresalen, no nos encasillen a todos de igual modo. Duele.

miércoles, 22 de junio de 2011

¿Qué importa el tiempo?




Era la última noche del curso, probablemente la última noche que pasaríamos juntos y tenías un As bajo la manga, esperando por mí.
Me fui a tu casa, estabas solo. Me ofreciste algo de beber, ahora mismo no recuerdo qué. Mi plan era irme sobre las 2 de la mañana, al día siguiente tenía el examen de nutrición y quería repasar antes e ir descansada.
Empezamos a juguetear en el sofá, normalmente te acababa ganando en ingenio y cuando me veía acorralada, los bocados y los pellizcos eran mi mejor arma. Tu me intentabas hacer cosquillas, yo pasaba de lo que me decías mirando por la ventana, la cosa fea que tienes por gata no se despegaba del ruter.
Los minutos corrían sin darme cuenta, Mer me envió un mensaje diciéndome que esa noche no dormiría conmigo, observé el reloj, las 3. Me levanté apresurada, me rodeaste con los brazos “me tengo que ir” sugerí, “aún no” concretaste. Un par de caricias en el cuello y dejé de forcejear para deshacerme de ti.
Me llevaste a la habitación de tu hermana, sacaste las esposas y me ataste a la cama, seguidamente cogiste un tarro de color marrón, mi imaginación no lograba descifrar el contenido (un poco torpe por mi parte). Me habías hablado de tu fantasía de estrenar los regalos que te había hecho tu sister conmigo, yo creía que estabas de broma. Y no.
Me untaste todo el cuerpo con el contenido del bote marrón, chocolate. Lo relamiste todo, no como en las películas, no, me dejaste toda la piel pringosa y babeada. El sexo esa noche estuvo genial y el examen del día siguiente lo bordé.
Me regalaste una preciosa noche de placer y pasión y lo mejor...que fue real.

martes, 21 de junio de 2011

Aquí y allí



El curso ha acabado y mis amigos poco a poco comienzan a abandonar Madrid para dirigirse a su ciudad con los suyos, a pasar las vacaciones tan esperadas ya sea de relax, trabajando o estudiando, el caso es que yo me quedo aquí y me siento sola. Estos días atrás he pasado muy poco tiempo con mis compañeras de piso y lo empiezo a notar, esa añoranza que sientes cuando te despegas de aquellas personas con las que aprendes a convivir y que acaban siendo un miembro más de una familia de acogida que vas formando con la gente que te encuentras en el camino y que de un modo u otro, crean un vículo especial contigo.
Por otro lado estoy deseando volver a mi Málaga, sentir el olor de la playa, planear aventuras con mis amigos y escapadas locas. Sólo dos razones me hacen seguir aquí: una me obliga pero a la vez me llena de vida, las prácticas en el centro de salud, la otra... os dejaré con la intriga.

miércoles, 15 de junio de 2011

Sólo Sexo



Tras pasar una tarde rodeada de mis compañeras de piso viendo Sexo en Nueva York, vídeos de Robbie Williams y la película Infiel, a media noche lo único que deseo es una presencia masculina que me calme el calor y el deseo, apoderados de mi cuerpo. Mi piel se hace susceptible a la brisa que entra por la ventana y se eriza con el suave roce de mi pelo en el cuello y no hallo a mi lado hombre que me sacie. Ante esta situación, me viene una pregunta a la cabeza ¿es el ser humano infiel por naturaleza o son las circustancias las que lo hace ir en busca de un amante? Cuándo la cama es tan importante para una persona y ésta se lo hace ver a la pareja, quién deja claro que le imita en ese aspecto... ¿qué falla?

sábado, 11 de junio de 2011

Memories



Al final sólo nos quedan los recuerdos de las experiencias vividas y estos acaban distorsionados con el paso del tiempo, llegando a recordar principalmente lo bueno. ¿Por qué dejamos a un lado, encerrado en un cajón lo que nos hizo daño? Cuando sucede esto, si miramos atrás ¿cuánto hemos vivido? ¿Es a eso a lo que se refiere la gente cuando dicen que la vida es corta?
¿Por qué escogemos lo que recordar? Aunque una experiencia la hayas vivido varias veces, algunas con diferentes personas, no quiere decir que sea menos bonito, sin embargo ¿por qué sólo recordamos la primera vez?
Ya sabemos que el tiempo no reescribe todas las líneas, somos nosotros quienes manipulamos nuestro propio pensamiento. Yo sólo quiero saber ¿por qué?

viernes, 10 de junio de 2011

Una noche




Él le vendó los ojos y la llevó por un pasillo que pudo intuir lúgubre. Le quitó la ropa suavemente, sin hacer ruido alguno. Ella podía percibir el olor de las velas. Él le quería seducir de una bonita manera.
Le tumbó en la cama y le pasó por todo el cuerpo algo de tacto sedoso, probablemente una pluma. Ella se dejaba mimar, intuitivamente cerraba los ojos para apreciar mejor las caricias regaladas.
Primero, la seda rozó su cuello, bajando poco a poco hacia el pecho, haciendo hincapié en los pezones. Siguió bajando, dejando caer su aliento sobre el ombligo de la chica, rodeó la cadera, ella comenzó a suspirar de placer, él siguió hacia abajo por las piernas de ella, disfrutaba de la situación. Una vez llegado a sus pies, dejó la pluma sobre las sábanas y retomó su camino de vuelta, besando cada centímetro de su bronceada piel.
Ella no aguantaba más, se quitó la venda, le agarró del pelo y le besó con ansia. Comenzaba su turno, pensó, pero él no quiso. Llevaba tiempo disfrutando del sexo más que ella y ese día se lo dedicaría por completo.
Él comenzó a notar el calor y la humedad que la chica desprendía de la entrepierna. Posó sobre ésta sus labios y quiso que con aquel acto, ella tuviera un primer orgasmo. Éste llegó y quedó satisfecho, continuó con pequeños masajes manuales, hasta que decidió que era hora de la penetración.
Primero lento, apasionado, cariñoso, sensual, después lujurioso, ardiente, sudoroso, fuerte.
Ella disfrutó más que nunca, él quedó satisfecho por su maestría en el sexo.
Comenzó a amanecer, dejaron que se apagaran las velas, él le trajo el desayuno a la cama, se fumaron un cigarro, se acercaron a la ventana y vieron cómo salía el sol desde su habitación con vistas a la playa.

jueves, 9 de junio de 2011

Ocelote



Si te acercas demasiado me escapo, si estás lejos te atrapo.
Una vez que te tengo, me aburro, una vez que me tienes... iluso.
Si te vas a otras gatas, me celo, si voy yo a otros gatos, jugueteo.
Me das el cielo y me río, me das el infierno y te hastío.
Cuando me tienes en tus manos te muerdo, cuando me sueltas... no vuelvo.
Si me follas grito, si me haces el amor, finjo.

Cuando un animal es salvaje, puede permanecer a tu lado un tiempo,en cuanto lo saques sin correa, saldrá corriendo.

miércoles, 8 de junio de 2011

Sueños húmedos por un jarro de agua fría




Hacía tiempo que me apetecía pasar la noche contigo, por fin aquella idea sucedió y te abrazaste a mi a modo de incubadora en posición fetal.
Tras una noche acalorada (no por el sexo precisamente) mis sueños se volvían eróticos haciéndome una idea de las cosas que te podría hacer en cuanto te despertaras.
A la mañana siguiente, no estabas a mi lado cuando abrí los ojos, me levanté con lo que yo pensaba que era un atuendo sexy, me fui hacia ti con un paso sensual creyéndome Kim Basinger en nueve semanas y media. Me encantaba la idea de que me cogieras en brazos, me llevaras a la cama, me rasgaras la ropa y me dejaras sin aliento.

Y sin aliento me quedé cuando me pediste que me vistiera.

martes, 7 de junio de 2011

En lo bueno y en lo malo




Se encontraba con el tronco medio tumbado en la mesa, su cabeza se hallaba apoyada sobre el brazo. Tenía la mirada ausente y los ojos vidriosos. Las primeras lágrimas hicieron amago por aparecer pero se resistían, su labilidad emocional se lo impedía. Un minuto de silencio en la selva de locura y empezó a llorar mientras se reía de las cosquillas que le causaba la secreción salina por su cara.
Le cojí la mano, quería que viera que yo estaba ahí: "en lo bueno y en lo malo", conseguí decir.
Unos cuantos años de convivencia y aunque sé que por nuestra amistad, ella lo daba por hecho, nunca le había dicho algo así.
No quiero que nos separemos, no quiero llegar a casa y echar de menos el olor a café por las mañanas, hacer de la cocina un placer, no quiero añorar las risas en el sofá y los cotilleos a media tarde, ir de compras, salir de fiesta, probarnos ropa, contarnos nuestras historias...

¿A quién tengo que agradecer que se cruzara en mi camino alguien así? ¿Al azar, a Dios, al destino? A quién sea: gracias por el mejor regalo que me ha hecho hasta ahora la vida.

jueves, 2 de junio de 2011

Ciega


No me quieres, por lo menos no más que a una amiga, e incluso tienes amigas a las que quieres más que a mi.
He tardado en darme cuenta, pero ahora lo empiezo a ver todo claro, ahora comprendo tu actitud, ahora comprendo por qué me vas desilusionando paso a paso, ahora empiezo a ver la luz.
Pero tanquilo, la culpa creo que la tengo yo. Te lo he puesto todo tan fácil que te has aburrido, no te preocupes, lo superaré, ya me ha pasado antes.
Y adelantándome a los acontecimientos (eso va con mi ser), puedo imaginar que dentro de unos años, cuándo te piense, diré:
- Casi conseguiste un imposible, casi conseguiste que me enamorase de ti.

Por lo menos, ahora tienes algo más sobre lo que escribir.

miércoles, 1 de junio de 2011

Buscando una respuesta a una pregunta que no conozco



Todos en algún momento de nuestra vida pasamos por una crisis de identidad. Yo creí haber pasado por una hace poco, pero me acabo de dar cuenta que sigo metida en ella de lleno. Al intentar definirme me quedo en blanco. Soy la cara A y la cara B y ninguna de las dos a la vez.
De los temas que más me gusta hablar, me evado para que no lleguen a conocer realmente mi opinión. Cuándo hablo de mi pasado, describo cada detalle a la perfección para que sepan quién fui. ¿Me siento orgullosa de mi niñez pero no de en lo que me he convertido? No lo sé.
A menudo culpo a mis circustancias de ser lo que soy ya que dependiendo de la persona con la que me tope actúo de una forma o de otra. No es que me considere una chica sin carácter, es que me adapto a lo que me rodea o ¿eso es tan sólo una excusa? Ni idea.
Por mucho que me busque, no llego a encontrarme. Me hallo en un camino que cambia por segundos y no logro ver el sendero que más cómoda me hace sentir. Y si consigo por un momento ser feliz, echo a correr como si eso no fuera para mí. No hago más que buscarle los 3 pies al gato cuando las cosas van bien. ¿Insegura, insatisfecha? Tampoco lo sé.

Así que aquí estoy, buscando una respuesta a una pregunta que no conozco, intentando liberarme de la ansiedad que me produce esta situación.