jueves, 9 de febrero de 2012

Miseria

Pobre pequeña infeliz sin nombre. Vacía e invisible. No espera nada de la vida porque la vida no le dará nada. Pasó por todas aquellas promesas sin cumplir que le brindó su entorno y la decepción le dejó en el más oscuro de los pasillos de la existencia. Todo cuanto le rodea parece salido de un libro de fantasía porque nada es real, las sonrisas van con segundas, las miradas buscan salirse con la suya y los pasos que da la gente es sobre otra gente que quedó debajo después de los atropeyos sufridos por sus "aliados". No es tristeza lo que pasa por la cabeza de esta chiquilla, es deseperación, agonía, desencanto y miedo, sobre todo miedo. La sociedad cada vez se hace más ambiciosa, hipócrita, delictiva y amenaza con evolucionar a un caos total.
Prefiere no ser nadie, no ser nada, ya que nada puede resultar herido y carecer de sentimientos en su civilización era lo más inteligente que podía llevar a cabo en su estado. Cansada de violaciones, cansada de cambios de cultura forzosos, cansada de robos y atrocidades hacia sus seres queridos.
No entiende el sentido de su vida ni por qué le ha tocado vivir en esa situación y ha perdido la ilusión del nuevo mundo, piensa contínuamente en la muerte que no llega pero es la única esperanza que le queda.

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