Ni tu hablabas, ni yo articulaba palabra.
Yo creía y tu pensabas.
Y ni tu ni yo hacíamos nada.
Hemos estado jugando al escondite, pero la cuenta atrás se ha acabado.
Nos estamos buscando y hemos empezado por buen camino.
Mi miedo: que el juego aún no ha terminado.
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