miércoles, 22 de febrero de 2012

Encerrada en la infancia



-Nunca me había imaginado mi presente. Jamás en mi infancia me vi dejando mi ciudad natal y sin embargo aquí estoy, lejos de las calles en las que me crie jugando, ajena a las barbaries del mundo real. ¡Qué maravillosos recuerdos y cómo envidio a Peter Pan!
- Crecer es lo más bonito que sucede en la vida, dar esos pasos que te hacen preocuparte de las cosas importantes, que te hacen ver lo afortunada que eres y que te llenan de sabiduría. Alimentar la mente con la cultura que nos han dejado nuestros antepasados y cultivarla con los que hoy en día nos siguen inculcando valores y nuevas ideologías y teorías, eso si que es cuánto menos excitante.
-Pero no puedo dejar de pensar en lo grande y bonito que era el Mundo por aquel entonces y lo asqueroso que me parece ahora. Vale, vivía en el país de la fantasía, puedes pensar lo que quieras de mí, eres libre.
-Pienso que eres muy infantil y lo sabes.
-Nunca te lo he negado y tengo mis motivos, pon la televisión, un telediario un día cualquiera, no existen buenas noticias, es más cuánto más trágica la noticia, más eco tiene. Pon Telecinco, no merece ni mención, cualquier cadena, no hay nada medianamente decente salvo los documentales de la 2 y alguna que otra película. Fuera la caja tonta, ves a todo el mundo por la calle hablando por el móvil, la gente ya ni pide perdón si te da un empujón. Todos viven encerrados en “su” espacio, sin importar el resto.  Sigo, ¿qué me dices de los niños? Sólo conocen los videojuegos, es escalofriante. A eso me refiero, no puedo dejar de sentirme decepcionada con lo que me rodea, por eso viajo tanto a mi infancia y por eso prefiero muchas veces quedarme allí encerrada.
-¿No te gusta tu vida?
-No, no me gusta LA VIDA.

jueves, 9 de febrero de 2012

Miseria

Pobre pequeña infeliz sin nombre. Vacía e invisible. No espera nada de la vida porque la vida no le dará nada. Pasó por todas aquellas promesas sin cumplir que le brindó su entorno y la decepción le dejó en el más oscuro de los pasillos de la existencia. Todo cuanto le rodea parece salido de un libro de fantasía porque nada es real, las sonrisas van con segundas, las miradas buscan salirse con la suya y los pasos que da la gente es sobre otra gente que quedó debajo después de los atropeyos sufridos por sus "aliados". No es tristeza lo que pasa por la cabeza de esta chiquilla, es deseperación, agonía, desencanto y miedo, sobre todo miedo. La sociedad cada vez se hace más ambiciosa, hipócrita, delictiva y amenaza con evolucionar a un caos total.
Prefiere no ser nadie, no ser nada, ya que nada puede resultar herido y carecer de sentimientos en su civilización era lo más inteligente que podía llevar a cabo en su estado. Cansada de violaciones, cansada de cambios de cultura forzosos, cansada de robos y atrocidades hacia sus seres queridos.
No entiende el sentido de su vida ni por qué le ha tocado vivir en esa situación y ha perdido la ilusión del nuevo mundo, piensa contínuamente en la muerte que no llega pero es la única esperanza que le queda.