domingo, 17 de julio de 2011

Días grises



Llevo varios días mirándome en el espejo, intentando ver la persona que era y no la encuentro. No hago más que mirar atrás, como si volver al pasado pudiese hacer que las cosas que me han marcado tanto y me han hecho tanto daño pudiesen borrarse.
Mi alrededor parece haber sido bendecido por un halo de suerte y felicidad, pues todos mis amigos, con sus más y sus menos, caminan erguidos con una sonrisa dibujada en la cara y los ojos brillantes llenos de luz. Yo, aunque no lo refleje de una forma que se pueda apreciar a simple vista, me hallo sumergida en un mundo lleno de negatividad, a pesar de que ahora no tengo motivos claros para sentirlo. Sin embargo me estoy empezando a obsesionar con mi físico de nuevo, me siento a esperar que las cosas buenas que me suceden, den un vuelco y la realidad acabe estallándome en la cara y me estoy obligando a reformar la coraza que alguien rompió por el simple hecho de tener miedo.
Cada vez me estoy haciendo más pequeñita, estoy a punto de desaparecer. Uno de estos días, me llevará el viento a ningún lugar.
Como dice Simone de Beauvoir en "Las bellas imágenes": tienes miedo de perderte, yo le llamo a eso negarse a vivir.

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