Tras pasar una tarde rodeada de mis compañeras de piso viendo Sexo en Nueva York, vídeos de Robbie Williams y la película Infiel, a media noche lo único que deseo es una presencia masculina que me calme el calor y el deseo, apoderados de mi cuerpo. Mi piel se hace susceptible a la brisa que entra por la ventana y se eriza con el suave roce de mi pelo en el cuello y no hallo a mi lado hombre que me sacie. Ante esta situación, me viene una pregunta a la cabeza ¿es el ser humano infiel por naturaleza o son las circustancias las que lo hace ir en busca de un amante? Cuándo la cama es tan importante para una persona y ésta se lo hace ver a la pareja, quién deja claro que le imita en ese aspecto... ¿qué falla?
miércoles, 15 de junio de 2011
Sólo Sexo
Tras pasar una tarde rodeada de mis compañeras de piso viendo Sexo en Nueva York, vídeos de Robbie Williams y la película Infiel, a media noche lo único que deseo es una presencia masculina que me calme el calor y el deseo, apoderados de mi cuerpo. Mi piel se hace susceptible a la brisa que entra por la ventana y se eriza con el suave roce de mi pelo en el cuello y no hallo a mi lado hombre que me sacie. Ante esta situación, me viene una pregunta a la cabeza ¿es el ser humano infiel por naturaleza o son las circustancias las que lo hace ir en busca de un amante? Cuándo la cama es tan importante para una persona y ésta se lo hace ver a la pareja, quién deja claro que le imita en ese aspecto... ¿qué falla?
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