lunes, 13 de mayo de 2013

El hombre que dejó de ser perfecto

Su último desahucio emocional le volvió a dejar con el corazón en bancarrota y se hizo la promesa de que no repetiría más los rituales de superación de sus anteriores relaciones. Su fachada de caballero tornó a la de chico cómodo con aires de cínico, qué coño, con aires de hijo de puta. La sonrisa de niño bueno que antaño utilizaba para sus presas mas laboriosas, pasó a ser una sonrisa de media boca que marcaba el hoyuelo de su mejilla derecha, haciéndole increíblemente seductor. Poseedor de gran inteligencia y cultura, supo inventar buenos argumentos haciendo que sus víctimas sucumbiesen a engaños sin una mínima gota de sudor que le delatase. Y su mirada... esos ojos negros penetrantes hacían que los juegos sexuales pasaran por las mentes de las chicas a las que guiñaba. Era difícil no caer en sus redes.
Pero en la intimidad se veía a sí mismo como un mártir del amor, no dejaba de sufrir por las relaciones fallidas, por lo que traumatizado por su baja autoestima carismática del pasado, se fue haciendo más egoísta, empezaba a sentir intolerancia a las frustraciones y emocionalmente iba dejando salir una exigua sensibilidad afectiva.

Nadie habría imaginado que veinte años después, aquel "Don Juan" acabaría cumpliendo condena por someter a una decena de mujeres, ni mucho menos que en el juicio, cuando se le preguntó el motivo, hiciese alusión a que las afectadas tenían la culpa por no haberle querido como merecía.


Ian Brady- junto a su compañera sentimental violó y asesinó a 5 personas a mediados de los 60. Continúa cumpliendo condena en un hospital psiquiátrico de Liverpool.